Prólogo: El Bosque Bendito
En un rincón apartado del mundo, donde los rayos del sol nunca pierden su calor y las noches están iluminadas por miles de luciérnagas, se encuentra el White Forest, un bosque sagrado que representa la esencia pura de la vida misma. En su corazón se alza el White Tree, un árbol inmenso y milenario cuyos frutos dorados emanan una energía capaz de sanar heridas, purificar corazones y repeler la corrupción. Este árbol no solo es el centro del bosque, sino también el pilar que mantiene el equilibrio del mundo natural.
El White Forest está habitado por criaturas mágicas: bestias majestuosas, espíritus protectores y guardianes devotos que dedican su existencia a preservar la pureza del bosque. Entre estos guardianes, destaca una figura especial: Azamina, la primera protectora del White Tree y la encarnación de su luz. Azamina era un espíritu de inigualable belleza y bondad, cuyos cantos podían devolver la esperanza incluso a los más desesperados.
La Caída de Azamina
Durante milenios, el bosque permanecía en paz, protegido por Azamina y los guardianes del White Forest. Sin embargo, la paz no duraría para siempre. Un día, una grieta en la tierra cercana liberó una energía oscura conocida como La Corrupción Primordial, una fuerza insaciable que consume todo a su paso. Azamina, siendo la más poderosa de los guardianes, se enfrentó a esta amenaza directamente. Pero al hacerlo, fue expuesta al veneno de la Corrupción.
Azamina resistió tanto como pudo, pero su deseo secreto de poseer un poder aún mayor, uno capaz de erradicar todo mal para siempre, la hizo vulnerable. La Corrupción susurró en su mente, ofreciéndole la fuerza que buscaba. Desesperada por salvar el bosque, Azamina aceptó el trato. En ese momento, su forma pura fue transformada. Su brillante luz se tornó en sombras, y sus alas, antes luminosas, se ennegrecieron. Azamina ya no era la protectora del White Tree; ahora se había convertido en su mayor amenaza.
El Renacer de la Corrupción
Azamina, ahora conocida como Azamina la Corruptora, comenzó a extender su influencia por el White Forest. Los frutos del White Tree se marchitaban a su paso, y las criaturas que alguna vez fueron sus aliados se convirtieron en versiones oscuras y retorcidas de sí mismas. Estos nuevos seguidores, conocidos como los Caídos del Bosque Blanco, se dedicaron a destruir el equilibrio del bosque y a debilitar al White Tree, cuya energía sagrada era lo único que impedía que Azamina consumiera todo el reino.
Sin embargo, no todo estaba perdido. Algunos guardianes del bosque lograron resistir la corrupción y formaron una resistencia conocida como los Protectores de la Luz Blanca. Liderados por Elarion, un antiguo espíritu del bosque y amigo cercano de Azamina, los Protectores buscaron formas de purificar el bosque y devolver a Azamina a su antigua forma.
El Conflicto Eterno
La batalla entre los Protectores de la Luz Blanca y los Caídos del Bosque Blanco se intensificó con el tiempo. En medio de este caos, el White Tree comenzó a debilitarse, sus hojas cayendo lentamente mientras luchaba por mantener el equilibrio. Los Protectores encontraron una única esperanza en una reliquia conocida como el Fragmento de la Pureza, un cristal creado a partir de la esencia más pura del White Tree antes de que Azamina se corrompiera. Este fragmento tenía el poder de purificar cualquier energía oscura, pero su uso requería un sacrificio inmenso.
Elarion lideró a los Protectores en una misión final para llegar al White Tree y usar el Fragmento de la Pureza. Sin embargo, Azamina, consciente de sus planes, desató toda su oscuridad para detenerlos. La batalla final tuvo lugar bajo las ramas marchitas del White Tree, un enfrentamiento entre luz y oscuridad que decidiría el destino del bosque.
La Llegada de Diabellstar y los Sinful Spoils
En las sombras del conflicto, una misteriosa entidad conocida como Diabellstar comenzó a influir en el equilibrio del bosque. Diabellstar, una poderosa hechicera exiliada de otro reino, fue atraída por los ecos de la Corrupción Primordial y el poder que emanaba del White Tree. A diferencia de Azamina, Diabellstar no buscaba proteger o destruir, sino controlar.
Diabellstar trajo consigo artefactos oscuros conocidos como los Sinful Spoils, reliquias malditas que amplificaban los deseos y emociones más oscuros de quienes los tocaban. Cada artefacto representaba un pecado o una ambición, corrompiendo tanto a los Caídos como a los Protectores que entraban en contacto con ellos. Uno de estos artefactos, el Snake-Eyes Mirror, reveló las verdades más ocultas de aquellos que lo miraban, desatando caos y duda entre los Protectores.
Entre las filas de los Caídos, emergió un nuevo líder: Diabell, un guerrero sombrío creado por Diabellstar usando fragmentos de la esencia corrompida de Azamina. Diabell se convirtió en un ejecutor implacable, cazando a los Protectores y expandiendo la influencia de los Sinful Spoils. Su lealtad a Diabellstar era absoluta, pero dentro de él también yacía una chispa de duda, una conexión residual con el bosque que alguna vez amó.
En el clímax de la batalla, Diabell fue enfrentado por Diabellze, su versión purificada por el Fragmento de la Pureza. Este enfrentamiento representó la dualidad del alma de Diabell: la lucha interna entre la corrupción y la redención. Diabellze, guiado por los Protectores, trató de liberar a Diabell de la influencia de Diabellstar, encendiendo una batalla emocional y física que sacudió los cimientos del White Forest.
El Sacrificio Final
En el momento culminante de la batalla, Elarion logró llegar al White Tree con el Fragmento de la Pureza. Pero el árbol, debilitado y consciente del sacrificio necesario, entregó la última parte de su energía al Fragmento. Con un destello cegador, el Fragmento liberó una onda de energía pura que expulsó la Corrupción de todo el bosque.
Azamina fue alcanzada por esta energía, y por un momento, su forma original pareció resurgir. Sin embargo, el poder de la Corrupción había arraigado demasiado profundo en su ser. En un acto final de humanidad, Azamina usó las últimas fuerzas que le quedaban para sellar la Corrupción Primordial dentro de sí misma, desapareciendo en un remolino de sombras.
Epílogo: La Leyenda Vive
Aunque el White Tree cayó en un profundo sueño, la amenaza de los Sinful Spoils y la influencia de Diabellstar permanecen como recordatorio de que la corrupción nunca desaparece por completo. Los Protectores de la Luz Blanca ahora enfrentan un nuevo dilema: proteger el bosque mientras luchan contra los restos de los artefactos malditos.
En los susurros del viento que atraviesan el White Forest, algunos creen escuchar la voz de Azamina, cantando una melancólica melodía que recuerda tanto su caída como su sacrificio para salvar el bosque que una vez amó. Ahora, también se escuchan los ecos de Diabellstar, prometiendo un regreso lleno de sombras y ambición. Y entre estas voces, queda la posibilidad de que Diabell, o tal vez Diabellze, puedan ser la clave para romper el ciclo eterno de corrupción y redención.